Caso práctico de Kaplan

Kaplan, Inc. presta servicio a más de 1,2 millones de estudiantes de todo el mundo cada año a través de sus soluciones de educación superior, preparación de exámenes, educación profesional, aprendizaje del idioma inglés, preparación universitaria y educación primaria y secundaria dirigidas a particulares, instituciones y negocios. A lo largo de sus más de 75 años de historia, primero como pionero en la preparación de exámenes, luego como uno de los líderes tempranos de la educación en línea y ahora como proveedor de educación global, Kaplan ha sido reconocida por ampliar el acceso a la educación y utilizar la tecnología y las innovaciones de las ciencias del aprendizaje para mejorar de forma continua los resultados para sus estudiantes y socios. Kaplan funciona en más de 30 países, emplea a más de 22 000 profesionales y mantiene relaciones y asociaciones con más de 1 000 distritos escolares, facultades y universidades, y más de 2 600 corporaciones y negocios. Kaplan es una subsidiaria de Graham Holdings Company y su división más grande.

Actualmente, Kaplan está compuesta por varias divisiones con diferentes necesidades de infraestructura de TI y distintos patrones de uso, incluyendo, la división de preparación de exámenes de Kaplan (KTP), que prepara a los alumnos para exámenes de admisión, como el SAT, ACT, GRE, GMAT, LSAT, MCAT y exámenes con certificación profesional. Para poder dar soporte a la KTP, Kaplan estaba ejecutando sus entornos de desarrollo y pruebas en un centro de datos coubicado de capa 1 en la Ciudad de Nueva York. Cuando la tormenta tropical Sandy, una de las tormentas más destructivas y fatales de la época de huracanes del Atlántico en 2012, arrasó la ciudad, el centro de alojamiento estuvo sin funcionar durante dos semanas aproximadamente.

“Afortunadamente, nuestro entorno de producción siguió funcionando, pero siempre nos preocupó pensar qué hubiese pasado”, comenta el director ejecutivo de servicios tecnológicos de Kaplan, Chad Marino. La copia de seguridad manual de Kaplan y los recursos de recuperación también se encontraban en la Ciudad de Nueva York. “Tener nuestros entornos de copia de seguridad y de producción en la misma ciudad también era una preocupación mayor que debíamos solucionar”, explica Marino.

Asimismo, como la empresa creció y su arquitectura de TI es más compleja, se volvía cada vez más difícil para Kaplan cumplir con los estándares Payment Card Industry Data Security Standard (PCI DDS) y Service Organization Control (SOC). Kaplan necesitaba encontrar una infraestructura de TI flexible que le permitiera crecer y mejorar la resiliencia, la seguridad y la agilidad global.

Kaplan tenía funcionando 12 centros de datos diferentes en toda la organización y comenzó a migrar sus aplicaciones a Amazon Web Services (AWS) para consolidar su infraestructura. Según Marino, “Uno de los motivos por el que nos trasladamos a la nube fue que teníamos que lidiar con hardware antiguo y nos estábamos quedando sin espacio en nuestro centro de datos”.

A Kaplan también le atrajo la madurez de los productos de AWS. “Amazon Relational Database Service (Amazon RDS) le permite a nuestro equipo de DBA centrarse menos en el mantenimiento diario y usar ese tiempo para trabajar en las mejoras. Y gracias a Elastic Load Balancing, dejamos de usar los balanceadores de carga costosos y complejos, pero igual mantuvimos la funcionalidad que necesitábamos”, explica Marino.

Migración a la nube de AWS

La tormenta tropical Sandy hizo que la empresa migrara KTP y otros servicios compartidos, parte de las divisiones de educación superior e internacional de Kaplan, a AWS, sumando un total de 900 GB de datos. “En mayo de 2013 comenzamos con la migración de los entornos de desarrollo, control de calidad y ensayo a AWS”, comenta el gerente de proyectos, Ravi Munjuluri. “Completamos esa parte de la transición en octubre y comenzamos a planificar la migración de la producción. En enero de 2014, empezamos a trasladar algunas partes de la pila de la aplicación del entorno de producción, una por una para reducir el impacto en el negocio. Nuestro último empujón fue en agosto, y todo sucedió en un fin de semana. Comenzamos un viernes y ya el domingo a la mañana estábamos listos para trabajar”.

Como parte de la migración a la nube, Kaplan trasladó unas 50 aplicaciones y 50 subaplicaciones anidadas en su pila. En el centro de datos coubicado, la división usaba una red de área de almacenamiento (SAN) para conectar servidores x86, procesadores Sun Sparc y el sistema operativo Solaris a seis bases de datos de Oracle Database 10g y Windows SQL.

Kaplan migró su pila de aplicaciones a Amazon Virtual Private Cloud (Amazon VPC), alojó las bases de datos en una combinación de instancias de Amazon Elastic Compute Cloud (Amazon EC2) usando las imágenes de máquina de Amazon Linux y Amazon Relational Database Service (Amazon RDS) para Oracle. “Nuestro objetivo es migrar todas las bases de datos a RDS para poder administrarlas más fácilmente y reestructurar las capacidades”, explica Marino.

Para monitorear sus recursos, Kaplan usa Amazon CloudWatch, un servicio que recolecta y controla las métricas de uso y administra las alarmas. CloudWatch también le permite a la empresa optimizar sus recursos, por ejemplo, ajustando el tamaño de las instancias si bajan las tasas de utilización.

Prácticas recomendadas para migrar a la nube

El equipo de Kaplan diseñó la migración de datos en función de las herramientas integradas de Oracle. “Usamos scripts de AWS PERL para migrar los datos, lo cual resultó excepcional”, afirma Avi Hack, director de arquitectura e ingeniería de sistemas. Con la combinación de los scripts y AWS Elastic Beanstalk, la empresa logró automatizar los procesos que llevaban mucho tiempo y preparar el entorno para la migración, lo que simplificó y agilizó todo el proceso.

Como parte de la migración, Kaplan decidió aprovechar las múltiples regiones y zonas de disponibilidad de AWS, incluyendo algunas en los Estados Unidos, Asia Pacífico y Europa. La compañía utiliza Amazon Route 53 como su solución de DNS para dirigir el tráfico del usuario a la zona de disponibilidad más cercana y así mejorar la experiencia general del usuario y reducir la latencia. “Al usar regiones múltiples, podemos poner nuestros datos más cerca del cliente y brindar una mejor experiencia al usuario final”, comenta Marino.

La preparación de Kaplan ayudó a que la transición a AWS fuera perfecta. Kaplan también se apoyó en AWS Support, nivel Business, durante la migración para consultar las dudas y las prácticas recomendadas. “Contar con AWS Support ha sido clave para resolver nuestras posibles contingencias”, afirma Marino.

En la migración a AWS trabajaron más de 250 personas de los equipos de desarrollo, operaciones, arquitectura y base de datos. “Para planificar una migración de este tamaño, es fundamental trabajar con todos los equipos de TI, desde el equipo de desarrollo hasta el de infraestructura”, explica Marino.

Después de migrar la división KTP a AWS, Kaplan vendió los equipos anteriores y cerró el centro de datos. La compañía sigue reestructurando las aplicaciones de varias divisiones a medida que migra a AWS. Actualmente, Kaplan redujo el espacio del centro de datos de 12 a 4 instalaciones.

Además de tener una infraestructura más confiable y una latencia más baja, Kaplan también ganó una mejor visión del costo de sus aplicaciones y sistemas. “Al etiquetar todas las instancias en AWS, ahora podemos ver los costos específicos de la capa de la aplicación hasta cada recurso asociado con una aplicación. Esto nos permitió revelar los costos ocultos de las aplicaciones operativas”, dice Marino.

Kaplan anticipa más mejoras en el proceso de desarrollo con AWS. Hack agrega: “Con AWS CloudFormation y la interfaz de línea de comandos (CLI) de AWS, tenemos un nivel de control y estandarización que no pudimos lograr en nuestros centros de datos en las instalaciones. Ahora es fácil poner en marcha entornos y eliminarlos cuando ya no los usamos más”. “Esto nos permite aprovechar la fuerza de AWS y al mismo tiempo mantener las fuerzas de nuestro centro de datos en las instalaciones, y le da a nuestros desarrolladores el tiempo para volver a armar nuestras aplicaciones para que funcionen en AWS”, explica Marino. El equipo de Kaplan dice que continuará buscando oportunidades en las que sea posible migrar los sistemas y las aplicaciones de los centros de datos tradicionales a la nube.