Blog de Amazon Web Services (AWS)

La nueva generación de proveedores de servicio

Desde sus inicios, los proveedores de servicio de telecomunicaciones han tenido que evolucionar y revolucionar su modelo de negocios en múltiples ocasiones para adaptarse a las necesidades de mercado, las nuevas posibilidades que ofrece la tecnología, y para impulsar su crecimiento y competitividad.

La nube presenta hoy una de esas encrucijadas de evolución/revolución, pero los factores que lo impulsan no son nuevos y los proveedores de servicios de telecomunicaciones (Telcos) ya han visto cosas similares pasar antes y están tomando acciones para no ser víctimas sino actores principales de esta transición de tecnología y negocios, basados entre otras cosas, en lo que aprendieron con la llegada del Internet.

El internet no solo abrió una posibilidad de una nueva fuente de negocios para las Telcos, al mismo tiempo y de manera primero sutil y luego violenta, los obligó a cambiar su modelo de negocio y dejar de depender de sus negocios tradicionales y reinventarse. Por ejemplo, al final de los años 90, John Chambers, entonces CEO de Cisco Systems anunció de manera contundente “…la voz será un segmento tan pequeño que los carriers lo aventarán sobre el backbone y lo darán gratis”.  Este comentario de parte de un líder reconocido en tecnología cimbró los cimientos de la industria de telecomunicaciones, y creó múltiples opiniones encontradas entre los principales proveedores de servicio a nivel mundial, principalmente porque en aquel entonces la voz significaba al menos 90% de la facturación y prácticamente era el origen del total de las ganancias de las compañías del ramo. Dicha predicción se volvería realidad rápidamente y con ella también se manifestarían un sinfín de cambios en los servicios y soluciones de las Telcos.

Pocos años después, justo a mediados de la primera década de este siglo, otro cambio singular y profundo se gestó impulsado por el internet. Proveedores de servicios especializados entregados sobre la conectividad ofrecida por las Telcos comenzaron a hacerse relevantes y a ser un factor decisivo en la percepción de valor que el internet mismo tenía (y tiene) sobre los usuarios. Estas compañías crearon una nueva categoría en el mercado, y fueron identificadas como proveedores de servicio OTT (over-the-top). Los ejemplos iniciales más relevantes fueron compañías como Yahoo y Google, y durante toda esa primera década y la década actual vimos otras compañías de redes sociales como Facebook, Twitter e Instagram, servicios de medios y entretenimiento como YouTube, Netflix y Spotify, e inclusive disruptores de industrias como el transporte como Uber y la hospitalidad como AirBnB, quienes comenzaron a convertirse en la razón principal de que los usuarios contrataran y usaran servicios de conectividad al internet, proveídos por las Telcos.

Para estas últimas, la aparición de los servicios fue percibida como ambos, una maldición y una bendición.

Para algunos, la aparición de los OTT fue una maldición porque forzó la comoditización acelerada de los servicios de conectividad a Internet, la nueva fuente de facturación y ganancias que estaba reemplazando a los servicios de voz como el principal negocio de las Telcos, resultando en menores precios por mejores servicios. Estos OTT aparecían a los ojos de algunos actores, como los culpables de la disminución de sus ganancias y los responsables de que tuvieran que invertir en infraestructura adicional para aumentar la cobertura, velocidad y capacidad de los servicios. Además de que veían a los OTT como actores de mercado que “aprovechaban” la infraestructura de las Telcos sin redituarles ningún beneficio ni hacer ninguna inversión en acceso o transporte al Internet.

Para otros, los OTT’s fueron una bendición porque notaron que el apetito por usar esos servicios se volvía el principal motivo para contratar o extender los servicios de Internet contratados, y con el tiempo encontraron que asociaciones estratégicas con algunas de esas compañías (como Facebook, Twitter, Instagram, WhatsApp, Spotify, Netflix) y la creación de planes de acceso con algunos de esos servicios incluidos sin costo de ancho de banda adicional se convirtió en una fuente de ventas inesperadas, agregando diferenciación de mercado, lo cual ayudó a aumentar sus ventas, fondear nuevas inversiones y mantener su rentabilidad.

Justo en esa misma década, Amazon decidió lanzar al mercado un nuevo tipo de OTT, enfocado en democratizar el acceso a tecnologías avanzadas de almacenamiento y procesamiento de datos, bajo un modelo de servicios administrados, pagados por uso, con capacidad “elástica” (que se puede aumentar y reducir según demanda), y la llamó Amazon Web Services (AWS). En noviembre del 2006 BusinessWeek puso a Jeff Bezos en la portada donde anunciaba que “La apuesta riesgosa de Jeff Bezos: El CEO de Amazon quiere correr tu negocio con la tecnología atrás de su website. Wall Street quisiera que se ocupara de la tienda.” En ese entonces, meterse a comoditizar algo tan complejo como la tecnología utilizada en los centros de datos estaba totalmente fuera de lo común, y un modelo elástico, en demanda, con pago por uso sencillamente no existía en nada fuera de los servicios públicos utilitarios (energía eléctrica, gas, agua).

Además, este era un OTT de infraestructura, y eso lo hacía especialmente “amenazante” para las Telcos, que tenían ya cerca de 10 años invirtiendo en el negocio de servicios de infraestructura de cómputo, en donde proveían a sus clientes (predominantemente) de opciones simples de espacio físico (m2, KWH, racks), tercerización (outsourcing) de HW y SW (servers, discos y licencias), monitoreo y servicios básicos de gestión de la infraestructura (hands & eyes), aunados a sus servicios tradicionales de conectividad con el internet. Típicamente estos eran contratos a varios años, con precios fijos indexados a inflación, y penalidades por terminación anticipada. Era para muchos más un negocio de bienes raíces que de tecnología. Pero era un negocio lucrativo, creciente, con clientes cautivos, 100% bajo el control de las Telcos, en donde la competencia era poca y la barrera de entrada al mercado alta. Había confusión y había margen. Todos felices, menos los clientes.

Fue por esto que el nacimiento de AWS fue mirado primero con escepticismo y luego con preocupación por las principales Telcos alrededor del mundo.

Pero el mercado estaba evolucionando y los clientes estaban deseosos de contar con la tecnología y el modelo de negocios ofrecido por AWS. Así que igual que con las otras OTT, la aparición de AWS, pasó de ser un problema a convertirse en una oportunidad para las Telcos.

Con el paso de los años, el modelo de negocio de “nube publica” de AWS comenzó a crecer y consolidarse, y las Telcos comenzaron a mirar en AWS un posible socio que aumentara y complementara su oferta de infraestructura para sus clientes, mediante alianzas de nueva generación, que desde la nube entregan valor a los clientes comunes.

La integración tanto los servicios de infraestructura tradicional de cómputo, con los de telecomunicaciones, hacía de la Telco el proveedor ideal, ya que podían además proveer capacidades avanzadas tanto de entrega de servicios sofisticados de captura, análisis y transformación de datos (bases de datos, analítica, lagos de datos, inteligencia artificial, aprendizaje automático, etc.), como de soporte, asesoría, monitoreo y resolución de problemas complejos, aprovechando las grandes capacidades técnicas del personal su propio personal e infraestructura, sumado al poder y sofisticación tecnológica de la nube de AWS.

Estas nuevas alianzas de nube están dando origen de hecho a una nueva generación de proveedores de servicio. Estas organizaciones están pasando de ser solo Telcos a ser proveedores integrales de servicios de tecnología para sus clientes, acercando lo mejor de las soluciones disponibles en telecomunicaciones y centro de datos para las empresas que quieren dedicarse a su negocio y dejar que alguien más, un experto, se encargue de la tecnología.

Esta propuesta de valor ayuda a que los Telcos que hicieron fuertes inversiones de capital en infraestructura de centro de datos para ofrecerla como servicio, continúen amortizando dichas inversiones con servicios tradicionales de tercerización, renta y operación, mientras complementan dichas capacidades con las de la nube de AWS en un modelo hibrido que permite presentar todo el portafolio de servicios de AWS bajo la misma marca del Telco (White-Label) o como una asociación de valor agregado en donde ambas marcas se presentan como aliadas para servir al cliente.

Bajo este modelo de negocios, el principal diferenciador y el valor agregado para los clientes finales son las capacidades tradicionales del Telco en tecnología y servicio, su cercanía geográfica, familiaridad con el ambiente de negocios local, y las relaciones de negocios de largo plazo que pueden seguir manteniendo, mientras AWS proporciona una plataforma de constante innovación tecnológica, un portafolio amplio de servicios, y la confiabilidad, seguridad y confianza de un proveedor de clase mundial.

Al final del día, esto les da a los clientes la oportunidad de recibir lo mejor de ambos mundos, de una manera cercana, sencilla, efectiva y eficiente, para que a su vez pueda dedicar más tiempo y recursos a innovar, servir a sus propios clientes, atender su mercado, distinguirse de los demás, y crecer rentablemente.

Suena como una alianza hecha en la nube, ¿cierto?

Si quieres saber más de las soluciones que AWS puede ofrecer a las Telcos te invito a ver el webinar «AWS para Telecomunicaciones y soluciones basadas en la nube».


Autor: Roberto de la Mora